La Atalaya del Arcipreste
1x04 “Suegros, una cena de gala y un asalto a la Puerta del Sol”
ESPECIAL NAVIDAD
Úrsula y María Luisa entraron a la urbanización, cargadas con las bolsas de la compra.
ÚRSULA: (A su amiga) Oye, y tú podrías cogerme alguna bolsa, que sólo llevas una…
MARÍA LUISA: ¡¿Yo?! ¡Pero si vengo con esta mano casi atrofiada!
ÚRSULA: (Pensativa) Recuerdo cuando mis fans me trataban como una reina… pero claro, aquello fue cuando era joven, y estaba en lo más alto de mi carrera.
MARÍA LUSIA: Madre mía, ¿y todavía te acuerdas de aquello? Si ya deben de haber pasado por lo menos ochenta años…
ÚRSULA: ¡No te permito que me llames vieja!
MARÍA LUISA: (Miró dentro de la garita) ¿Y el bigotón?
ÚRSULA: ¿Quién?
MARÍA LUISA: El conserje, que no está.
ÚRSULA: Claro, ¿no ves que es nochevieja?
MARÍA LUISA: Éste aprovecha cualquier día para no trabajar…
Las dos ancianas se detuvieron al ver un indigente sentado en la entrada.
INDIGENTE: Por favor, ¿podría darme algo?
MARÍA LUISA: ¡Una patada es lo que te voy a dar si no te quitas!
ÚRSULA: ¡No seas borde con él! El pobre no tiene la culpa de estar donde está… Es esta sociedad, unos tan arriba… (Se refirió a ella misma) otros tan abajo… (Señaló al hombre)
INDIGENTE: ¿Pero me vas a dar algo o no? ¡Que es navidad!
MARÍA LUISA: Pues te vas a cantar villancicos, ¡pero aquí no queremos gente como tú!
INDIGENTE: (Se levantó) ¡Viejas!
ÚRSULA: ¡Huy lo que me ha dicho! Vámonos María Luisa, ya hablaremos con el presidente.
MARÍA LUISA: Ahora apesta todo el portal a pobre… (Se detuvo) Un momento… (Se olió el brazo) ¡Ah no! Pero si es mi colonia. Jajaja.
Gonzalo charlaba con un amigo en la barra de la cafetería.
MARTÍN: ¿Entonces ya tienes preparado todo lo de esta noche?
GONZALO: Por supuesto. ¡Esta fiesta va a ser sonada!
MARTÍN: ¡Hay qué nervios loca! Oye, más vale que merezca la pena, porque este año es más cara que el anterior.
GONZALO: Tú tranquilo que os va a encantar. Vienen todos ¿no?
MARTÍN: Por supuesto, todos quieren despedir el año con un buen show de strip-tease.
GONZALO: (Sonrió) Así me gusta.
MARTÍN: Oye, ¿qué corbata me quedará mejor, la rosa fucsia o la verde pistacho?
GONZALO: La verde pistacho.
MARTÍN: Pues yo prefiero la rosa fucsia, que además ya me la he comprado.
GONZALO: Entonces ¿para qué preguntas?
MARTÍN: Por hablar de algo. Bueno Gonzalín, que me marcho ya.
GONZALO: Ok. Esta noche nos vemos ¡Chao, Chao!
MIRIAM: (Se acercó a Gonzalo con la escoba en la mano) Madre mía cómo me habéis dejado el suelo….
GONZALO: ¿De qué?
MIRIAM: (Bromeó) ¡De pluma!
GONZALO: Jajaja.
MIRIAM: ¿Es uno de los chicos que viene a la fiesta de esta noche?
GONZALO: Si, es un amigo de toda vida. Bueno, un ex.
MIRIAM: No, si lo que no te hayas tirado tú…
Llaman al móvil de Gonzalo.
GONZALO: (Contesta) ¿Si? ¿Cómo que una infección? Claudio, ¿me estás diciendo que no vas a venir esta noche a hacer tu show? No, es que a ver qué le digo yo ahora a mis amigos. ¡Me has dejado con el culo al aire! (Cuelga) Huy, qué mal ha sonado eso…
En el Bajo B. Miguel se despedía de sus padres, que se iban a pasar la noche a casa de la hermana de Pilar. El pequeño Óscar se había ido con su madre y el nuevo novio de ésta.
MIGUEL: (Desde el jardín) ¡Adiós!
PILAR: (Desde el coche) ¡Pásalo bien hijo!
ALBERTO: (Arrancó el coche) Joder, hasta que nos vamos… ¡Ya verás como pillemos tráfico!
PILAR: ¡Cállate y arranca!
Miguel pasó al interior de la casa y llamó al amigo que iba a organizar la fiesta a la que acudiría por la noche.
MIGUEL: Diego, hola que soy Miguel ¿A qué hora venís a recogerme? ¿Cómo? ¡¿Que se suspende?! ¡No me hagáis esto joder que si no me toca cenar solo! ¿Diego? ¡Oye! Me ha colgado… (Tiró el móvil al sofá) Pues a ver qué coño hago yo esta noche.
Ingrid y Marcos preparaban en desayuno en su cocina.
MARCOS: (Miró el calendario) Huy, pero si ya es treinta y uno. Cómo pasa el tiempo… ¿Qué plan tenemos para esta noche? ¿Nos vamos a la Puerta del Sol?
INGRID: ¿Pero no te lo dije ayer? Vienen mis padres a cenar.
INGRID: Ah, pues no tenía ni idea. ¿Y por qué vienen?
INGRID: Lo típico, que les he hablado de ti y quieren conocerte.
MARCOS: Ok.
INGRID: Vale, pero… tenemos un problema.
MARCOS: ¿Cuál?
INGRID: Es que mis padres son un poco antiguos y no creo que entiendan lo nuestro.
MARCOS: ¿Lo de que seamos tan liberales y eso?
INGRID: Claro. Así que para ellos seremos una pareja normal y corriente.
MARCOS: (Mordió la tostada) Como quieras.
INGRID: Por cierto, nos casamos en Marzo.
MARCOS: ¡¿Qué?!
INGRID: Es que mis padres creen que para que dos personas puedan vivir juntas, deben estar casadas… Pero vamos, que de momento no hay boda. Es sólo para que no digan nada. Ya más adelante nos inventaremos una escusa.
MARCOS: Ok.
INGRID: Una cosa más…
MARCOS: No me lo digas, ¿son del Opus?
INGRID: ¡Qué va! Que digo, que tienes que cortarte el pelo.
MARCOS: ¡¿El pelo?!
INGRID: Sí… Es que ellos no ven bien que el hombre tenga el pelo más largo que la mujer.
MARCOS: ¡Si quieres colgamos una bandera franquista en el salón para que estén más a gusto!
INGRID: Pero qué exagerado eres… Si sólo son cuatro tonterías para que todo salga bien.
Fátima y Gustavo bajaban en el ascensor.
GUSTAVO: ¿Y por qué tienen que venirse a la cena?
FÁTIMA: Pues porque sí Gustavo, porque nos hemos portado mal con ellos y hay que hacer las paces.
GUSTAVO: Pero ¿y si la lían?
FÁTIMA: ¿Qué van a liar? Pero si son gente normal como nosotros…
GUSTAVO: Igual ya tienen planes.
FÁTIMA: Que no, que he estado atenta estos días y no han dicho nada de cenar con la familia.
Salieron del ascensor y se dirigieron a la puerta.
GUSTAVO: Bueno, yo sólo te digo que como esta noche en el hotel, me avergüencen delante de mi jefe… ¡Te quedas sin regalo de reyes!
FÁTIMA: (Llamó al timbre) Pero si ya he visto el bolso que tienes escondido debajo de la cama.
GUSTAVO: (Sorprendido) Mierda… Ahora tengo que pensar otro sitio donde esconder los regalos.
CARMEN: (Abrió la puerta) Bueno, los más pijos del edificio. ¿Qué queréis?
FÁTIMA: ¡Hola Carmen! ¡Feliz Navidad! (La dio dos besos)
CARMEN: ¿Algo más?
FÁTIMA: Verás, es que nosotros estamos invitados esta noche a una fiesta que hay en el hotel de Gustavo, y queríamos que os vinierais.
CARMEN: ¿A una fiesta de pijos? No gracias… (Cerró la puerta)
FÁTIMA: ¡Todo primeras calidades y champagne del bueno!
CARMEN: (Abrió) Bueno… nos lo pensaremos, pero que conste que sigo enfadada por lo de la cámara.
FÁTIMA: Mujer, no seas rencorosa, que además, el 2010 ya está apunto de terminar y ya sabes, año nuevo vida nueva. A las nueve venimos a buscaros ¿vale?
CARMEN: Anda, vale…
FÁTIMA: (Sonrió) Chao Chao.
En el 2ºC Mónica estaba colocando algunas bolas al árbol de navidad mientras Miriam intentaba desenredar las lucecitas.
MIRIAM: (Histérica) ¡Mierda de luces! ¡Ahora que venga Papá Noel y las desenrede él si es que puede!
MARTA: ¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
MIRIAM: ¡Las putas lucecitas! Y va y dice el idiota de la tienda que son muy buenas…
MÓNICA: Madre mía Miriam, veo que te ha invadido el espíritu navideño pero bien ¿eh? Jajaja.
MIRIAM: Sí, sí, tú ríete, que te va a ayudar a montar el árbol quien yo te diga.
MARTA: Chicas, ¿y qué plan tenéis para esta noche?
MÓNICA: Pues yo iba a haber cenado con mis padres, pero ayer me dijeron que se iban de crucero romántico y que ya nos veríamos al año que viene…
MIRIAM: Pues mi hermana se ha puesto mala y no podemos ir a su casa así que…
MARTA: A mí este año me tocaba cenar sola, (Sonrió) ¡pero ahora podemos cenar las tres juntas!
MIRIAM: Pues yo había pensado en organizar una fiesta o algo...
MÓNICA: ¿Una fiesta? ¿Aquí? Ni de coña. Esta casa es demasiado pequeña como para hacer una fiesta de fin de año.
MIRIAM: Jope, pues yo quería hacer una fiesta…
MÓNICA: ¡Ya sé! ¿Sabéis dónde podemos hacerla? En el Bajo B.
MARTA: ¡¿Dónde nuestros caseros?! ¿Tú estás loca?
MÓNICA: ¿No veis que se han ido a cenar con la familia de ella? En casa sólo está Miguel, y si le convencemos…
MARTA: A mí dejadme de líos.
MÓNICA: (Corrió hacia la puerta) ¡Voy a preguntárselo!
MIRIAM: ¡Chachi! ¡Te acompaño!
MARTA: (Corrió tras ellas) ¡¿Cómo?! ¡No! ¡Esperad!
Las tres bajaron las escaleras lo más rápido que pudieron.
MIGUEL: (Abrió la puerta) ¿Sí?
MÓNICA: ¡Hola Miguel! Es que mira, queríamos hacer una fiesta de nochevieja para los amigos y eso, pero nuestra casa es un poco pequeña… y como la tuya es tan grande y espaciosa, pues habíamos pensado en que a lo mejor nos dejabas preparar aquí la fiesta esta noche.
MIGUEL: Hombre, pues la verdad es que yo no tengo plan para esta noche, y tampoco me importa dejaros la casa, pero… ¿qué hago yo?
MÓNICA: (Sonrió) ¡Pues te vienes a la fiesta! Yo te apaño un para de amigas que tengo para que no aburras.
MIRIAM: O si no, que cene con Marta.
MARTA: ¿Eh?
MÓNICA: ¡Claro! ¿Tú no decías que no querías fiestas? Pues cena con él.
MIGUEL: (Sonrió) Por mí no hay problema…
MARTA: (Se sonrojó) Huy qué vergüenza… Bueno, pues por mí tampoco.
MIRIAM: Pues ala, ya tenemos plan para esta noche.
Julián llamó a la puerta de Belinda vestido de Papá Noel.
JULIÁN: ¡Jou, Jou, Jou! ¡Feliz Navidad!
BELINDA: ¡Papá Noel! ¿Me has traído a Matías? Es lo único que quiero estas navidades…
JULIÁN: (Improvisó) Eh… pues lo siento pero no he podido traértele. (Sonrió) ¡Pero me ha dado muchos recuerdos para ti! (La enseñó un regalo) Mira, te he traído otra cosa.
BELINDA: (Abrió el regalo) Pero… eh… ¿Qué cojones es esto?
JULIÁN: ¡La cafetera de George Clooney! ¿Te gusta?
BELINDA: (Comenzó a llorar) Buaaa… ¡Que te den!
Belinda cerró la puerta de un portazo.
BELINDA: (Volvió a abrir) ¡Gordo!
JULIÁN: ¡Espera Belinda! No te enfades, yo sólo quería animarte…
BELINDA: (Le quitó la barba postiza) ¿Julián?
JULIÁN: Claro Belinda, soy yo.
BELINDA: Hay, perdóname, pero es que estos días estoy muy decaída…
JULIÁN: Y esta noche ¿no cenas con nadie?
BELINDA: Iban a venir mis padres, pero desde la muerte de Matías no me hacen ni caso… (Riéndose a carcajadas) ¡Dicen que estoy loca! ¡Jajajaja!
JULIÁN: Bueno Belinda, tú tranquila, porque esta noche cenas con nosotros.
BELINDA: Pero… ¿y tú mujer? Igual molesto…
JULIÁN: ¡Qué va! Más molestaba su madre y venía todos los putos años.
BELINDA: (Sonrió) ¡Pues entonces voy a comprarme algo bonito para la cena!
JULIÁN: Eso, ponte guapa, que lo vamos a pasar muy bien.
BELINDA: (Le dio un beso en la mejilla) ¡Guapo!
Julián se acarició la mejilla mientras se despedía de Belinda, que tras coger el carrito de su hijo se metió corriendo en el ascensor.
En el Bajo A. la familia Padilla Moreno comía en su nuevo salón.
MANUEL: ¿Y tú crees que nosotros vamos a estar bien allí?
CARMEN: ¿Es que no lo has oído? ¡Alimentos de primera calidad!
MANUEL: Si joder, pero como sean todos como los estirados del ático…
CARMEN: Qué más te da, nosotros vamos, nos relacionamos un poco, comemos de todo y empezamos el año rodeados de gente adinerada.
MANUEL: Pero es que son tan repipis… Además, habrá que ir bien vestidos ¿no?
CARMEN: Hombre claro, no querrás que vayamos con cualquier cosa. En cuanto acabemos de comer nos vamos de compras.
MANUEL: (Irónico) Como casi no va a haber gente en el centro comercial…
CARMEN: ¡Oye! ¿Quieres dejar de poner excusas y alegrarte un poco? ¡Que es el último día del año! Hoy dejamos atrás un año de miseria y crisis y comenzamos nuestro futuro en el alto standing.
MANUEL: Joder con el alto standing…
NEREA: (Dando vueltas al puré) ¿Y qué hacemos nosotros?
CARMEN: Pues os vais a alguna fiesta del barrio. (Sonrió) ¡Esta noche podéis hacer lo que queráis!
RUBÉN: (Se levantó de la mesa contento y le dio un beso a su madre) Pues de puta madre. ¡Gracias mamá!
CARMEN: De nada hijo. ¡Pero nada de droga!
MANUEL: Eso, que es muy cara y tampoco estamos para despilfarrar…
CARMEN: ¡Ni cara ni barata! ¡Nuestros hijos no se drogan!
MANUEL: Anda calla, y no quieras saber lo que harán nuestros hijos…
Gonzalo y Mónica hablaban en el 2ºC .
GONZALO: (Hablando por teléfono) Ya se que es nochevieja, pero… ¿seguro que no podría venir un ratito? Bueno, bueno, vale. Pues ala, gracias por nada.
MÓNICA: ¿Tampoco?
GONZALO: Nada… ¿Es que no hay nadie que se quiera despelotar esta noche?
MÓNICA: (Sonrió pícara) Yo si me pones un par de copas…
GONZALO: Tú tienes una obsesión insana con el alcohol ¿eh?
MÓNICA: ¡Y tú con el sexo, no te jode! ¿Ya te has tirado a Papá Noel?
GONZALO: Jajaja. Pues ahora que lo dices… Hubo un año en que tuve que llevar a mi sobrino al centro comercial a echar la carta de Papá Noel. Y el tío que estaba disfrazado estaba… ¡como un tren! Así que cogimos y nos fuimos un ratito a la parte de atrás… Jeje.
MÓNICA: Hay dios mío…
GONZALO: ¿Y tú? ¿No te echas novio o qué?
MÓNICA: Yo sólo busco un tío que esté forrado, pero ahora con la crisis, son más difíciles de encontrar… (En tonto interesante) La que esta noche tiene cena romántica es Marta… ¿verdad?
MARTA: (Desde la cocina) ¿Yo? Ya ves tú… voy a cenar con Miguel pero tampoco es nada…
MÓNICA: Pero qué mentirosa que es… ¡Estás encantada!
MARTA: (Corrió hacia el sofá) ¡Bueno pues sí! ¡Es que es muy fuerte! Voy cenar con mi futuro marido…
GONZALO: ¿Tu futuro qué? ¿Pero ya te molaba de antes?
MARTA: Bueno… yo nunca me había fijado en él. ¡Pero es que lo tiene todo! Se le ve romántico… gracioso… guapo… y familiar.
GONZALO: Y tanto que familiar, como que vive con los padres y el hijo… Jajaja.
MÓNICA: Esa es otra, los padres, ¿tú crees que te merece la pena tener unos suegros así?
MARTA: Pues no lo sé, se puede intentar. Pero esta noche, me pienso desmelenar.
MÓNICA: (Bromeó) ¡Cuidado! Que a lo mejor hasta se alisa el pelo y todo…
MARTA: Idiota… Tú a beber.
MÓNICA: Hombre claro, no lo dudes. Gonzalo, ¿tú nos puedes vender unas botellas de tu bar? Es que esta noche tenemos una fiesta.
GONZALO: Creo que tengo bastantes, luego lo miro y os subo alguna. Bueno, me voy a ir yendo ya que tengo que seguir con los preparativos, porque David se ha ido con sus padres, y no vuelve hasta después de reyes.
MÓNICA: Seguro que nos lo pasamos nosotros mejor que él.
GONZALO: ¡Por supuesto! Jajaja. Chao, chao.
MÓNICA: ¡Adiós!
Se fue acercando la tarde, y Úrsula cantaba villancicos vestida con un peculiar traje de lentejuelas doradas en el salón de su casa.
ÚRSULA:
Pero mira como canto
Y vuelvo a cantar.
La Úrsula es tremenda
Y nadie la puede parar.
Canto y canto y vuelvo a cantar.
Yo soy una estrella
Que nunca se apagará.
MARÍA LUSIA: No conocía esa versión… Yo me sabía la de los peces borrachos.
ÚRSULA: Las grandes artistas como yo tenemos nuestras propias versiones.
MARÍA LUISA: Eso en mi pueblo se llama plagio.
ÚRSULA: En tu pueblo sois todos unos paletos…
MARÍA LUISA: Claro, comparados contigo y tu talento…
ÚRSULA: (Sonrió) Y tengo muchos más.
MARÍA LUISA: Qué aburrimiento… ¿Y si subimos a ver a Karen?
ÚRSULA: Huy no, quita, quita, que ayer subí yo y me echó a patadas… ¡Está muy borde desde que la despidieron!
MARÍA LUSIA: Normal, es que vaya jefe más cabrón… Anda venga, vamos a verla y la intentamos animar.
ÚRSULA: Bueno, pero si luego nos chilla o nos pega, no digas que no te he avisado.
MARÍA LUISA: (Cogió la botella de anís) Tú tranquila, que yo te protejo.
Llamaron al timbre de Karen. Ésta, fue a abrir en bata y con los pelos alborotados.
ÚRSULA: ¡Dios Santo qué pintas!
KAREN: (Borracha) ¡Cállate vieja!
MARÍA LUISA: Haya paz… haya paz… ¡Que es navidad!
KAREN: (Fue a cerrar la puerta) A ver si os morís ya…
MARÍA LUISA: (Puso el brazo) ¡Espera! Que hemos venido a animarte.
ÚRSULA: No puedes quedarte sola, tienes que dejar que te apoyemos. (Sonrió) Somos tus amigas.
KAREN: Pues nada, pasad… estáis en vuestra casa (Le dio un trago al vaso de whisky que había sobre la mesa)
MARÍA LUISA: ¿Y qué tienes pensado hacer esta noche?
KAREN: Pues nada fuera de lo normal.
ÚRSULA: ¡Pero si es nochevieja! Algo tenemos que hacer.
KAREN: Llorar… beber… llorar… beber…
MARÍA LUISA: Joder, qué ánimos. ¡Karen! ¡¿No ves que hay gente que lo está pasando mucho peor que tú?!
KAREN: ¿Peor?
MARÍA LUISA: ¡Sí! ¡Gente que no tiene para comer! ¡Que está en la calle! ¡A ti solamente te han echado de tu trabajo! ¡Mira la casa que tienes! ¡Eres una egocéntrica! ¡Pija!
KAREN: Tenéis razón… Soy una gilipollas… (Corrió hacia la terraza) ¡Me quiero morir!
ÚRSULA: ¡Que se tira!
MARÍA LUISA: ¡Karen! ¡Espera!
KAREN: (Se subió a la barandilla) Ya todo da igual…
ÚRSULA: ¡Que no! Tú arréglate un poco y vente a cenar con nosotras a casa, que lo vamos a pasar muy bien.
KAREN: ¿De verdad?
MARÍA LUISA: Además, Úrsula canta unos villancicos preciosos ¿verdad?
ÚRSULA: ¡Es verdad! Te canto todos los que quieras. Pero por favor, bájate de ahí.
KAREN: (Las abrazó) ¡Tenéis razón! Vosotras sí que sois unas buenas amigas.
MARÍA LUISA: Claro mujer, para eso estamos.
KAREN: (Corrió hacia las escaleras) ¡Me voy a poner guapa!
ÚRSULA: Qué susto que me ha dado la petarda…
Ingrid y Marcos ponían la mesa para cuando llegaran los padres de ésta.
INGRID: ¿Ves como no pasaba nada porque te cortaras el pelo?
MARCOS: Pues qué quieres que te diga… prefería el pelo de antes…
INGRID: Que no hombre, que así estás mucho más guapo.
MARCOS: Más vale que lo de tus padres salga bien, porque si no…
INGRID: Que sí, que va a salir muy bien. Ah, por cierto, recuerda que eres profesor de historia en un instituto.
MARCOS: ¡¿Que recuerde qué?!
INGRID: Es que a lo mejor a mis padres les parece raro que trabajes en un gimnasio…
MARCOS: ¡¿Raro?! ¿Por qué?
INGRID: Porque creen que los gimnasios sólo sirven para ayudar a la gente a doparse.
MARCOS: ¿Pero qué coño dices?
INGRID: Ya lo sé, es que son muy antiguos… Por favor, diles que eres profesor.
MARCOS: ¡No me da la gana!
Llamaron al timbre.
INGRID: (Sorprendida) ¿¡Ya están aquí!?
MARCOS: ¿Pero no venían a las nueve?
INGRID: Pues se habrán adelantado… ¡Voy!
MARCOS: La madre que los parió…
INGRID: (Abrió la puerta) ¡Mamá! ¡Papá! ¡Cuánto tiempo!
HORTENSÍA: ¡Hija! ¡Qué alegría!
JESÚS: ¡Es que esto está lejísimos!
INGRID: ¿Pero vosotros no teníais GPS?
JESÚS: ¡¿GPS?! ¡Eso son tonterías para modernos inútiles! Donde esté un buen mapa… ¡Que se quite lo demás! Vosotros no tendréis de eso ¿no?
INGRID: (Mintió) No… Mirad, este es Marcos, mi novio.
HORTENSIA: (Le dio dos besos) Qué mozo más majo…
MARCOS: Gracias, encantado señora.
INGRID: Ella es Hortensia y él es Jesús.
JESÚS: Pues yo me esperaba otra cosa…
HORTENSIA: ¡Pero si es muy guapo!
JESÚS: Ese pelo no le favorece nada… Bueno a ver, ¿dónde cenamos?
Manuel, Carmen, esperaban en el rellano a que bajaran Fátima y Gustavo.
MANUEL: Muy señoritos, muy señoritos… pero mira que horas son y aquí seguimos esperando.
CARMEN: No te alteres que ya tienen que estar apunto de llegar.
MANUEL: (Se rascó la pierna) ¡Y además este pantalón me pica!
CARMEN: Pero mira que eres quejica…
FÁTIMA: (Salió del ascensor) ¡Ya estamos! Perdón por la tardanza, es que nos estábamos poniendo guapos.
GUSTAVO: Venga, vamos al garaje a por el coche.
FÁTIMA: Huy Carmen, qué guapa te has puesto ¿no?
CARMEN: Mujer, que es nochevieja.
FÁTIMA: Ya veréis lo bien que nos lo pasamos. ¿Qué tal voy yo?
CARMEN: (Fingió no importarle) Bueno… no está mal…
GUSTAVO: ¡Venga hombre! Que nos van a dar las uvas.
MANUEL: (Le dio una palmada en la espalda) Nunca mejor dicho.
Mientras, Olimpia preparaba la cena en la cocina.
OLIMPIA: ¡Suelta el jamón y vete a poner la mesa!
JULIÁN: No empieces a chillar ¿eh?
OLIMPIA: Hasta en navidad tienes que estar molestando… ¿Por qué no te has ido con la gorda de tu madre al pueblo?
JULIÁN: ¡No te permito que hables así de mi madre!
OLIMPIA: Anda ya…
Llamaron al timbre.
JULIÁN: (Fue a abrir) Será Belinda.
OLIMPIA: ¡¿Cómo que Belinda?!
BELINDA: ¡Feliz navidad!
JULIÁN: Pero qué guapísima te has puesto Belinda… pasa, pasa, que ya casi está la cena.
OLIMPIA: ¿Y tú a qué vienes?
JULIÁN: Ella viene porque la he invitado yo y si no te gusta, coges y te vas.
OLIMPIA: (Enfadada) ¡Por supuesto que me voy! ¡Si quieres me quedo aquí viendo cómo ligas con esta fulana!
JULIÁN: ¡¿Fulana?! ¡No te permito que hables así de Belinda!
OLIMPIA: Y dale… Bueno mira, yo me voy a casa de mis padres. Ahí os quedáis (Abrió la puerta y se fue)
JULIÁN: (Sonrió a Belinda) Tú ni caso, siéntate en la mesa que ya mismo está la cena.
BELINDA: Como quieras.
Julián entro en la cocina, donde se estaba preparando el pollo en el horno. Se asomó, y al ver el pollo ya casi hecho, le sacó y le puso sobre la encimera.
JULIÁN: (Se quemó) ¡Ahhh!
BELINDA: ¡¿Qué pasa?!
JULIÁN: ¡Que me he quemado la mano con la cena!
BELINDA: ¡Pues mójala en agua fría!
JULIÁN: (Metió el pollo en el lavabo y lo mojó con agua)
BELINDA: ¿Ya te duele menos?
JULIÁN: Me duele igual… ¿Para qué querías que metiese el pollo en el agua?
BELINDA: ¡Me refería a la mano, no al pollo!
JULIÁN: Bueno… (Irónico) Pues está ahora esto como para comérselo.
BELINDA: (Vio el pollo) Qué asco por favor…
JULIÁN: (Cogió el teléfono) Mejor pedimos una pizza.
Mientras, la fiesta había comenzado en el Bajo B.
MÓNICA: (Borracha y con una copa de ron en la mano) ¡Qué exitazo!
MIRIAM: ¿Exitazo? Pero somos seis personas…
MÓNICA: ¿Sólo seis?
MIRIAM: Ah claro, que como tú ves doble…
MÓNICA: (Se terminó la copa) Puede… puede ser… Voy a por más… de esto. ¿Te traigo a ti otro?
MIRIAM: Como quieras. ¿Qué tal la irá a Marta?
Dos plantas más arriba, en el 2ºC Marta y Miguel ya habían empezado a cenar.
MIGUEL: Qué rica está la carne. ¿Qué es?
MARTA: Cordero.
MIGUEL: Bueno…
MARTA: Pues nada…
MIGUEL: ¿Tú trabajas?
MARTA: No, mi sueño siempre ha sido trabajar en un restaurante, pero de momento…
MIGUEL: No, si se ve que se te da bien la comida.
MARTA: (Sonrió) Gracias…
MIGUEL: …
MARTA: ¿Y Óscar?
MIGUEL: Se ha ido a cenar con su madre. La guarra se desentiende de él todo el año y ahora que es navidad, le echa de menos.
MARTA: (Nerviosa) Jope, qué guarra…
MIGUEL: Pero bueno, hablemos de algo.
MARTA: Pues no se… tú dirás.
Ambos se quedaron mirando fijamente sin saber qué hacer o qué decir y unos segundos después, sus labios se unieron en un tierno beso.
MARTA: Huy, qué sofocón tengo. Jejeje.
MIGUEL: ¿Te ha gustado?
MARTA: Dices… ¿El beso?
MIGUEL: Sí…
MARTA: (Sonrió) No ha estado mal, la verdad, nada mal…
MIGUEL: Entonces, ¿estamos saliendo?
MARTA: Pero, si se enteran los vecinos… ¿Qué dirán tus padres?
MIGUEL: Bueno, y si no se enteran, tampoco pasa nada ¿no?
MARTA: ¿Un romance secreto? (Sonrió) ¡Me encanta!
Marta se lanzó a los brazos de Miguel y se dieron un apasionado beso.
Úrsula y María Luisa esperaban sentadas en la mesa a Karen.
ÚRSULA: Pues sí que tarda ¿no?
MARÍA LUISA: Ésta se ha tirado por la terraza.
ÚRSULA: ¡Calla! No digas eso ni en broma.
MARÍA LUISA: Si no lo decía en broma…
KAREN: (Llamó al timbre) ¡Chicas! ¡Ya estoy aquí!
ÚRSULA: (Se alegró) ¡Por fin! ¡Voy!
MARÍA LUISA: Pues venga, a comer que se enfrían las gambas.
ÚRSULA: (Abrió) ¡Qué vestido más bonito!
KAREN: Tú también estás muy guapa. Mira a quién he traído.
INDIGENTE: Buenas…
ÚRSULA: ¡¿Qué hace aquí el pobre?!
KAREN: Es que me dio pena lo que dijo María Luisa… y como le he visto ahí tan solito…
INDIGENTE: ¿Hay marisco?
ÚRSULA: (Sonrió) Tienes razón, hay que ser buenos con los necesitados. Venga, pasad.
MARÍA LUISA: (Vio al indigente) ¡Que nos roban!
ÚRSULA: Déjale mujer, que sólo viene a cenar.
MARÍA LUISA: Ah bueno, pero que no se cebe con las angulas ¿eh?
ÚRSULA: Venga, a cenar.
MARÍA LUISA: Oye, ¿dónde vamos a ver las campanadas?
ÚRSULA: Pues en el primera, como todos los años.
KAREN: (Se entristeció) Este año me iban a llamar a mí para que las diera en Telecinco…
ÚRSULA: ¡Hay pobre! (La abrazó) Tú no te preocupes, ya las darás otro año.
KAREN: (Golpeó la mesa) ¡Son unos cabrones!
MARÍA LUISA: ¡Di que sí!
ÚRSULA: Tú no la animes…
INDIGENTE: (Con la boca llena) Madre mía cómo está el caviar…
KAREN: (Se levantó) ¡¿Sabéis lo que voy a hacer?! ¡Me voy a plantar allí y voy a dar las campanadas como que me llamo Karen Sandoval!
MARÍA LUISA: ¡Muy bien!
ÚRSULA: ¡Pero si no te van a dejar pasar!
KAREN: (Corrió hacia la puerta) ¡Y una mierda!
GONZALO: (Entró corriendo) ¿A dónde va tan rápido?
MARÍA LUISA: No quieras saberlo…
ÚRSULA: Bueno, ¿y tú qué querías?
GONZALO: (Se sentó junto a Úrsula) Es que verás, dentro de nada van a venir unos amigos a la discoteca, y como son fans tuyos… (Mintió) Pues había pensado que a lo mejor podrías cantar algo para entretenerles.
ÚRSULA: (Sorprendida) ¡¿Fans?! ¡Por supuesto!
GONZALO: ¿De verdad? ¡Muchas gracias!
ÚRSULA: (Se metió en la habitación) ¡Me retoco un poco y nos vamos!
GONZALO: Ella canta bien ¿verdad?
MARÍA LUISA: (Bromeó) Jajaja. Sí, como los ángeles…
En el 2ºB
JESÚS: Este pavo está un poco seco ¿no?
INGRID: Igual se me ha pasado un poco…
JESÚS: No, un poco no, bastante.
MARCOS: (Se levantó) Voy a por más pan.
JESÚS: ¡No! Aquí quien tiene que traer las cosas es mi hija, que para eso es la mujer de la casa.
MARCOS: Pero… eso es un poco machista ¿no cree?
JESÚS: ¡¿Machista?! ¡Tú no serás un liberal moderno de los que hay ahora ¿verdad?!
MARCOS: No…
INGRID: Él es profesor. ¿A que sí cariño?
MARCOS: Sí…
HORTENSIA: Hija, ¿y cuándo os casáis?
INGRID: Pues para Marzo del año viene, si puede ser…
HORTENSIA: Ya sabéis que convivir sin estar casados es pecado.
INGRID: Que sí mamá…
JESÚS: Pues fíjate lo que te digo, yo no os veo casados.
INGRID: ¿Por qué?
JESÚS: No pegáis para nada… ¡Si es que te gusta la gente rara!
MARCOS: (Se levantó y dio un golpe con las dos manos en la mesa) ¡Ya está bien!
INGRID: (Le intentó tranquilizar) Cariño…
MARCOS: ¡Se acabó! ¡Estoy harto de sus gilipolleces!
JESÚS: ¡¿Cómo que gilipolleces?!
MARCOS: ¡Que sepa que ni soy profesor, ni me voy a casar con su hija, ni este es mi pelo!
JESÚS: Lo sabía… ¡Eres un hippie moderno de ahora!
MARCOS: ¡No soy eso! ¡Pero usted sí que es un viejo retrógrado amargado!
JESÚS: ¡¿Amargado yo?!
HORTENSIA: ¡Hija, vaya novio más maleducado que te has echado!
JESÚS: ¡Vámonos Hortensia! No hemos venido aquí a que se los insulte.
INGRID: Pero papá…
HORTENSIA: Adiós hija.
Ambos salieron de la casa dando un portazo.
MARCOS: Lo siento Ingrid, pero tu padre me ha hartado mucho.
INGRID: No, si tienes razón, he intentado hacerte diferente, y eso no está bien…
MARCOS: Pues sí que son antiguos tus padres ¿no?
INGRID: Ya ves… Anda ven (Le dio un beso)
MARCOS: (Sonrió pícaro) Mira, vamos a despedir el año como se merece…
Marcos se quitó la camisa y ambos entraron al dormitorio.
Los padres de Ingrid se dirigían hacia la salida de la urbanización cuando se encontraron con Úrsula y Gonzalo.
HORTENSIA: Qué hija más rara tenemos… ¿Por qué tiene que ser tan moderna?
JESÚS: ¡Es el novio raro que se ha echado! La está comiendo el coco…
ÚRSULA: (Echándose laca) ¿Y cuánta gente dices que hay?
GONZALO: Bastante.
ÚRSULA: (Vio a los padres de Ingrid) ¡Huy! ¿Ustedes también vienen a oírme cantar?
HORTENSIA: No señora, nosotros somos los padres de Ingrid, propietaria del 2ºB.
JESÚS: (La cogió del brazo) Hortensia, no des explicaciones.
GONZALO: Anda, ¿ustedes son los padres de Ingrid? Es una chica muy maja. ¿A que hace buena pareja con Marcos? Aunque bueno, mejor pareja haría conmigo… Jejeje.
HORTENSIA: (Se tapó la boca con la mano) Jesús, un marica…
JESÚS: ¡¿Pero es que en este edificio no hay nadie normal o qué?!
GONZALO: (Indignado) Serán homófonos…
HORTENSIA: ¡Yo por lo menos soy normal! ¡No como tú y los de tu especie!
GONZALO: ¡Pero bueno! ¡Cállese antigua!
Gonzalo cogió el bote de laca y comenzó a echarlo sobre el matrimonio, que no tardó en salir corriendo de la urbanización.
ÚRSULA: Venga Gonzalo, no te entretengas ¡Que el público me espera!
GONZALO: Oiga, pero usted cantará bien ¿no?
ÚRSULA: ¡Por supuesto! ¡Fui una de las grandes artistas de mi época!
GONZALO: Vale, vale, es que aún no he tenido el… placer, de oírla cantar.
En el Hotel Castafiore, Manuel y Carmen eran el centro de atención de todos los invitados.
GUSTAVO: (Le susurró a Manuel) Podríais cortaros un poquito, que nos está mirando todo el mundo.
MANUEL: (Cogió un centollo) ¿Esto cómo se abre? (Le intentó cortar con el cuchillo) ¿Así?
GUSTAVO: ¡Anda trae que lo abra yo!
MANUEL: Sí, mejor… Yo mientras cojo unos canapés. Carmen, pásame los canapés.
CARMEN: (Alzó un plato) ¿Estos?
MANUEL: No, los rancios no. ¡Aquellos!
CARMEN: (Le dio el otro plato) Joder, pues dímelo…
FÁTIMA: (Miró a su amiga con asco) Dios…
Un hombre se levantó de la mesa y se acercó a Fátima.
ADOLFO: (Sonrió) Fátima, estás preciosa, como siempre.
FÁTIMA: (Tímida) Huy, cómo es usted Don Adolfo…
ADOLFO: Oye, ¿quiénes son esos dos? ¿Han venido con vosotros?
FÁTIMA: Sí, son unos vecinos de la urbanización. Mira Carmen, éste es Adolfo, el jefe de mi marido.
CARMEN: (Se limpió la boca y le dio dos besos) Mucho gusto.
ADOLFO: El gusto es mío. ¿Qué tal está el marisco? Me dijeron que era fresco. Se lo compré a un tal Recio…
CARMEN: Pues sí. Está cojonudo.
ADOLFO: Hay que ver, lo que ha afectado la crisis a la gente ¿eh?
Todo el mundo rió la broma al dueño del hotel para no quedar mal.
CARMEN: (Borde) ¿Qué insinúa?
FÁTIMA: (Susurró) Cállate….
ADOLFO: Nada, nada, que da gusto verla engullir. Perdón, comer, quise decir.
CARMEN: (Se guardó unos canapés en el bolso) Gilipollas…
FÁTIMA: ¿Pero qué haces?
CARMEN: Es para que los prueben los niños. Coge tú también para los tuyos.
FÁTIMA: No hija, no. Algunas no tenemos que llegar a esos extremos…
CARMEN: (Siguió comiendo) Aquí es que sois todos muy finolis.
ADOLFO: ¿Qué tal Soler? ¿Todo bien?
GUSTAVO: Por supuesto Don Alfonso. La cena, espléndida. (Sonrió)
MANUEL: Pero qué pelota…
ADOLFO: Y usted será el otro vecino ¿no?
MANUEL: Así es.
ADOLFO: Me gusta la gente que reconoce a los pelotas. (Se agachó y le susurró a Manuel) Sí que es verdad, Soler es un poco “mierdecilla”, entre nosotros…
MANUEL: Jajajaja. Tiene toda la pinta…
ADOLFO: Oye, ¿tú tienes empleo?
MANUEL: Ahora no, la verdad. ¿Por qué?
ADOLFO: Porque se ve que eres alguien sociable, y eso es lo que yo necesito para el puesto de gerente.
GUSTAVO: (Asustado) ¿Me va a echar?
ADOLFO: No, pero quería ampliar el personal. Y tener dos gerentes, no me vendría mal.
MANUEL: (Miró a Gustavo de manera descarada) Pues ha ido a dar usted en el clavo Adolfo, yo trabajé como gerente en el hostal de mis padres hace ya años.
CARMEN: ¿Ah sí? Pues no me habías dicho nada…
ADOLFO: Osea que ya tienes experiencia ¿no?
MANUEL: Claro.
ADOLFO: Pues mira, pásate por aquí la semana que viene y seguimos hablando del tema. Ahora os dejo cenar tranquilos, jeje.
MANUEL: Muy bien, aquí estaré. (Sonrió) ¡Adiós Adolfo!
GUSTAVO: …
MANUEL: ¿Qué pasa Gustavo? ¿Ya no dices nada?
Gustavo se levantó bruscamente de la mesa y se fue del comedor. Fátima se despidió y le siguió rápidamente. Manuel y Carmen se cogieron un puñado de bombones de la bandeja de dulces y también se marcharon con ellos.
Gonzalo subió al escenario de la discoteca.
GONZALO: (Nervioso) ¡Chicos! Ha surgido un pequeño imprevisto con el gigoló que iba a hacer el show esta noche, pero para no dejaros sin nada, os he traído a una gran artista reconocida en todo el mundo. Despidamos el año con… ¡Úrsula Brunetti!
La gente comenzó a hablar entre sí, nadie sabía quién era la mujer que acababa de subir al escenario vestida con un brillante vestido rojo.
ÚRSULA:
Mi voz es comparable
Con el bello cantar de un ruiseñor.
Y mi cuerpo es un jardín del edén
Y al que no le guste
¡Que le den!
Por mi cama han pasado
Político, reyes y hasta alguno del papado.
Nadie se resiste a mis encantos.
Allá donde voy
Soy el centro de atención
Y mis fans me admiran
Con devoción.
Úrsula me llaman
Será por mi dulzura
O porque a todos se la pongo du…
¡Dubidú - chinpún!
La gente comenzó a abuchear y Úrsula, humillada se dirigió a Gonzalo.
ÚRSULA: ¡¿No decías que eran fans?!
GONZALO: Bueno… fans, fans, lo que se dice fans… ¡Pero yo pensaba que cantabas mejor!
ÚRSULA: ¡¿Mejor?! ¡¿Me estás diciendo que yo canto mal?!
GONZALO: No, no, si tienes un estilo propio genial, pero que tus canciones están ya un poco pasadas de moda… Igual en la postguerra tenían su público, pero ahora…
ÚRSULA: Bueno, quizás tengas razón… (Sonrió) ¡Probaré con el villancico “La Marimorena” pero a mi manera!
GONZALO: (Con sonrisa forzada) ¡Eso! Hay dios, en qué lío me estoy metiendo…
ÚRSULA:
Ande, ande, ande, yo no soy morena
Pero de envidiar tengo dos hermosas piernas.
Pero de envidiar tengo dos hermosas piernas.
Con mi voz angelical
No hay nadie que se me resista
Canto, bailo, brinco sin igual, soy excepcional.
PÚBLICO: ¡¿Y para esta fiesta de mierda me he gastado yo treinta euros?!
PÚBLICO: ¡Yo me piro!
PÚBLICO: ¡Vieja! ¡Cállate y métete en el asilo!
PÚBLICO: ¡Fuera!
María Luisa dio un botellazo a uno de los invitados que estaban abucheando a su amiga y todo el mundo se calló.
MARÍA LUISA: ¡¿Pero qué es esto?! ¡Gentuza! ¡No sabéis apreciar la voz de una gran artista! ¡Puede que mi amiga no sea la Gaga esa, pero en sus tiempos fue una gran vedette! ¡Y creo que deberíais mostrar un respeto hacia una persona que ha deicidio subirse a un escenario para alegraros el fin de año!
ÚRSULA: (Llorando por la emoción) ¡Eso!
MARÍA LUISA: ¡Así que ahora, el que no quiera escuchar a mi amiga, que salga del local!
Todos se miraron durante un par de segundos y acto seguido, el público comenzó a salir del local.
GONZALO: (Sorprendido) ¡Pero bueno! ¡Chicos, no os vayáis!
MARÍA LUISA: Déjalos, son unos niñatos…
ÚRSULA: (Abrazó a su amiga) ¡Gracias María Luisa!
MARÍA LUISA: (Sonrió) De nada mujer, es que tenía ganas de bronca.
GONZALO: Bueno, pues nada, otra vez será… (Miró el reloj) ¡Huy, pero si son ya menos cuarto!
ÚRSULA: ¡Las uvas!
GONZALO: ¡Tomad, tomad, que yo tengo de sobra!
En el centro de Madrid, La Puerta del Sol estaba a rebosar de gente que esperaba ansiosa la llegada del 2011.
KAREN: Machote, quita de la puerta que me están esperando.
HOMBRE: Tengo orden de no dejar pasar a nadie que no esté autorizado.
KAREN: ¿Pero tú sabes quién soy yo? ¡Soy Karen Sandoval! Y este año voy a dar las campanadas.
HOMBRE: No me suena.
KAREN: ¡¿Que no te suena?! ¡Soy la presentadora de “La noche de Karen”!
HOMBRE: Ah sí… ¿Y dices que este año vas a dar las campanadas tú?
KAREN: Por supuesto.
HOMBRE: ¿Y eres muy famosa?
KAREN: ¡Más que tú!
HOMBRE: Pues fírmame un autógrafo para mi hija y te dejo entrar.
KAREN: (Sonrió) Oh, no hay problema.
El hombre fue a coger un bolígrafo de una mesa y Karen aprovechó el momento para subir a la torre donde se iban a dar las campanadas.
HOMBRE: (La persiguió) ¡Oye! ¡Espera!
Gustavo, Fátima, Manuel y Carmen ya habían vuelto a la urbanización.
CARMEN: ¡Lo que no entiendo es por qué no nos hemos esperado a las uvas!
FÁTIMA: ¡Yo no acabo el año con vosotros ni loca!
GUSTAVO: ¡Chusma!
MANUEL: Se ha picado porque ahora vamos a trabajar juntos. Jajaja.
CARMEN: ¡¿Y qué hacemos con las uvas?!
Gonzalo, Úrsula y María Luisa entraron con una bolsa llena de uvas.
GONZALO: ¡Tomad! ¡Yo tengo!
CARMEN: ¡Hay hijo, que dios te lo pague con una buen novio! Porque si no nos las tomamos… ¡Mala suerte!
FÁTIMA: ¡¿Más aún?! (Se acercó a ellos) ¡Anda, danos a nosotros también las uvas que no tenemos!
GONZALO: Tranquilos hombre, que hay para todos. ¿Qué hora es?
GUSTAVO: (Miró su reloj) ¡Menos cinco!
MANUEL: Huy, qué reloj más guapo ¿no? Ahora con mi nuevo sueldo me compraré otro igual… Jajaja.
GUSTAVO: (Le empujó) ¡Tú encima cachondéate!
MANUEL: (Le dio un puñetazo) ¡Pijo, tú ni me toques!
Los vecinos bajaron al oír el jaleo.
MIGUEL: ¡¿Y esos gritos?!
JULIÁN: ¡¿Qué pasa?!
CARMEN: La gente, que es muy rencorosa…
FÁTIMA: ¡Cállate porque todavía de doy!
CARMEN: (Agresiva) ¡¿Tú y cuántas más?!
MIRIAM: (Abrió la puerta del Bajo B.) ¡Callaros y entrad que ya van a empezar con los cuartos!
MIGUEL: ¿Y vuestra fiesta?
MIRIAM: La gente se ha ido, no me extraña…
MÓNICA: (Borracha) ¡Tortolitos! ¿Qué tal… la… la cena?
MARTA: (Miró sonriente a Miguel) No ha estado mal…
GONZALO: ¡Sentaros que empiezan!
Mientras, Karen entró en la sala donde Pilar Rubio, Marta Fernández y Sara Carbonero estaban apunto de dar las campanadas.
MARTA: (Sorprendida) ¿Tenemos otra invitada?
PILAR: Yo no sabía nada…
SARA: ¿Y quién es? No me suena de nada.
KAREN: ¡¿Que no te sueno?! ¡Soy Karen Sandoval!
PILAR: ¿Pero tú qué presentas?
KAREN: ¡La noche de Karen!
MARTA: Aquí es que traen a cada una…
KAREN: (La agarró de los pelos) ¡Huy lo que me ha dicho la petarda!
HOMBRE: ¡Sacad a esa mujer de ahí!
PILAR: ¡Que son las doce!
KAREN: (La quitó el cuenco) ¡Pues dame las uvas que si no da mala suerte!
PILAR: ¡Mis uvas! (Se dirigió a las cámaras) ¡Dirección, más uvas! ¡Como en el 2011 se me caiga algún foco presentando Operación Triunfo… os denuncio!
Desde el Bajo B. ningún vecino daba crédito a lo que estaba pasando en la pantalla.
CARMEN: ¿Y ahora? ¿Qué hacemos?
GONZALO: ¡Cambia de canal!
MARÍA LUISA: ¡Al Ramón García no por Dios! Que estoy harta de él y de su capa.
ÚRSULA: ¡Que no! Que este año está la Igartiburu con José Mota.
FÁTIMA: ¡Poned lo que sea, pero ya!
De repente sale el indigente del portal con una tele y una bolsa llena de cosas.
MARÍA LUISA: ¿Ese no es tu indigente Úrsula?
ÚRSULA: ¡Al ladrón!
Úrsula se puso de pie y esperó que algún vecino la ayudara, pero al no levantarse ninguno, se volvió a sentar.
ÚRSULA: (Despreocupada) Ya me compraré otra.
MARTA: ¡Ya! ¡Ya empiezan!
Todos cogieron la primera uva y no despegaron la mirada de la pantalla.
MARÍA LUISA: ¡Una!
JULIÁN: ¡Que no! ¡Que son los cuartos!
BELINDA: (Con la boca llena) ¿Los qué?
CARMEN: ¡¿Y cuántos son?!
MANUEL: ¡Pues serán cuatro!
GUSTAVO: ¡Ahora!
MIRIAM: ¡Mónica, empieza ya!
MÓNICA: (Acurrucada en el sofá) Cállate…
MIRIAM: Vaya pedo que llevas…
MANUEL: ¿Por cuál vamos?
ÚRSULA: ¡Por la tercera!
FÁTIMA: ¡Pero si yo ya llevo cuatro!
CARMEN: Pues cuenta bien, bonita… ¡Hay!
FÁTIMA: (Empujó a Carmen y se cayeron las uvas) Perdón… bonita.
CARMEN: (La tiró las uvas) ¡Pues tú tampoco te las comes!
MIGUEL: (Se puso de pie) ¡Feliz año!
MARTA: ¿Cómo que feliz año? ¡Si vamos por la novena!
MIGUEL: Pues yo ya he terminado…
BELINDA: (Pelando las uva) Qué mal se quita esta piel.
JULIÁN: ¡Pero no las peles que entonces no te da tiempo!
BELINDA: ¡Si a mí no me gustan las uvas! A Matías sí que le gustaba… (Llorando) ¡Matías!
JULIÁN: Otra vez no…
MARÍA LUISA: ¡Que se calle la loca que no me entero de cuántas llevo!
ÚRSULA: ¡Pero si ya hemos terminado!
MARÍA LUISA: ¿Ah sí? Pues a mí me quedan dos…
MANUEL: ¡Feliz 2011!
Todos los vecinos comenzaron a besarse y a abrazarse para celebrar el año que acababa de comenzar.
En La Puerta del Sol, mientras la gente gritaba y festejaba el momento, Karen estaba esposada y sentada en una silla.
HOMBRE: (Hablando por teléfono) Así es, aquí la tengo. Para mí que es una terrorista que ha intentado cometer un atentado en plena nochevieja. Pero gracias a Dios la hemos pillado.
KAREN: ¡¿Una terrorista?! ¡¿Usted me ve cara de terrorista?!
HOMBRE: (Hablando por teléfono) O a lo mejor no, a lo mejor es sólo una loca que quería llamar la atención… Muchas gracias comisario, así lo haré, me iré con mi familia. ¡Y Feliz año!
KAREN: ¡Oiga! ¿Y qué pasa conmigo?
HOMBRE: Tú te quedas ahí hasta que mañana venga la mujer de la limpieza… Jajaja.
KAREN: ¡No por favor! ¡Llame a Belén Esteban que es amiga mía! ¡Ella me sacará!
HOMBRE: (Salió de la sala) Que sí, que sí…
KAREN: ¿Oiga? ¡Será cabrón! Bueno, por lo menos he hecho publicidad de mi programa.
Escrito por IDEAL906090.
No hay comentarios:
Publicar un comentario